Helados de leche materna
Los helados son un recurso muy útil para combatir el calor y una herramienta genial cuando empiezan a salir los dientes. El fresquito les alivia y a la vez se alimentan con su comida favorita!
Lo ideal es esperar a que sean ellos mismos quienes puedan sostener los helados. Por lo general, alrededor de los 4 meses se puede empezar, aunque también podemos ayudarles nosotros.
Debemos vigilar sobre todo al final, cuando el helado está algo más derretido que no se desprenda ningún trozo que el bebé se pueda tragar.
Para la elaboración de los helados lo ideal es utilizar recipientes cuya empuñadura sea amigable para nuestr@ hij@ facilitándole el agarre y fomentando su autonomía. Por ejemplo como en el caso de Tomeu (el niño de la foto) cuyos moldes para helados tienen un tamaño ideal y permiten una fácil sujeción.
Si no se dispone de este tipo de moldes puede utilizarse otros sistemas más caseros como las cubiteras que tenemos en casa, agregándoles un palito.
A estos helados se les puede incorporar fruta en niños que ya hayan iniciado la alimentación complementaria (solo fruta nada de añadir azúcar!!)
Esto es extrapolable para madres que dan fórmula. Simplemente cambiando la leche materna por leche artificial asegurándonos que la leche artificial está bien reconstituida y no queda ningún grumo. Recuerda que primero deberás calentar el agua para mezclar los polvos y, a continuación, tendrás que esperar que se enfríe para poder hacer los helados.
En el caso que el bebé no se acabe el helado, recordad que no se pueden volver a congelar así que mejor hacer heladitos pequeños para no desperdiciar leche.
Nosotros en casa usamos estos y estamos muy contentos. Tienen una capacidad de unos 30ml por helado. Su ventaja principal es que su empuñadura permite que el bebé pueda cogerlo fácilmente des de muy pequeño.
Estos moldes tiene capacidad para 4 helados, su tamaño los hace ideales para su uso en bebés sin tener que desperdiciar la leche materna (que tanto trabajo nos ha llevado extraer!!). Su ventaja principal es la empuñadura, apta para que puedan cogerlos por ellos mismos. Están hechos de plástico que no contiene BPA. Algunos padres, advierten que es algo difícil sacar los helados si no se calientan un poco previamente, aunque es suficiente con mojarlos con un poco de agua o dejarlos unos segundos fuera del congelador. La base con los moldes no puede dividirse aunque tampoco ocupan mucho espacio.
Otra buena opción son estos moldes de silicona (también libres de BPA). La ventaja es que son más fáciles de extraer que los anteriores, aunque al ser un molde algo más grande (con una capacidad para 7 helados), ocupa algo más de espacio en el congelador. La empuñadura es igualmente amigable para nuestros bebés aunque requerirá algo más de control. Esta opción quizás sea más recomendable para niños un poco más mayores. Recuerda que puedes batir junto a la leche algo de fruta o incorporar algunos trozos y crear un postre sabroso y sano. ¡¡Te aseguro que les encantará!!